En los últimos años hay un fenómeno muy viral y que devuelve
al foco a cualquier famoso. Y no es otro que el de donar dinero a alguna ONG,
persona o asociación.Es el motivo perfecto para volver a salir en escena o hacerte un lavado de imagen después de alguna pillería, claro, donar dinero a alguna causa benéfica.
Uno que se ha sumado en múltiples ocasiones a estas
donaciones es Cristiano Ronaldo que subastó su Bota de Oro de 2011 para los
niños de Gaza y antes de ello sus zapatos deportivos, también para donar a los
niños de Gaza.
Otro de los casos más sonados es el de Balotelli, el polémico
jugador Italiano ha donado en varias ocasiones a mendigos de la calle, en su
caso, no va con el donar a causas grandes, pero sí a personas de la calle que
el mismo ve.
En cuanto a futbolistas, se unen Drogba, Beckham, Messi,
Rafa Marquez, Eto'o y Casillas entre otros.
Si nos vamos a los actores nos encontramos más generosidad, sobre todo en Hollywood con la famosa Oprah y sus dos fundaciones, Angelina Jolie, Herp Albert, Paul Newman, Brad Pitt... Todos ellos son conocidos tanto por sus papeles de interpretación como por donar cifras astronómicas a los necesitados.
Si nos vamos a los actores nos encontramos más generosidad, sobre todo en Hollywood con la famosa Oprah y sus dos fundaciones, Angelina Jolie, Herp Albert, Paul Newman, Brad Pitt... Todos ellos son conocidos tanto por sus papeles de interpretación como por donar cifras astronómicas a los necesitados.
Sin duda alguna el caso más sonado y conocido es el de Bill
Gates que dona cifras estratosféricas siempre que puede junto a su mujer y su
fundación en favor de causas humanitarias. Y es que el magnate de Microsoft no
tiene problema en compartir su fortuna, tanto es así que ha donado ya la friolera
de 40 mil millones de dólares a lo largo de su vida, sin duda alguna, a este
hombre no le queda causa alguna por la cual donar.
En el otro bando, el de su rival, el conocido Steve Jobs que
donó cifras asombrosas durante toda su vida de forma anónima, y no se supo
hasta su muerte, que fue cuando el New York Times lo descubrió y preguntó a su
esposa, la cual lo confirmó y dijo que no era necesario ponerle cara a las
donaciones, ya que no importa de quién sean si no lo que significan y lo que
aportan a la vida de quienes la reciben.